El otro día crucé una frontera ausente, con unos garitos aduaneros abandonados, presas del polvo, la vegetación y la mugre. Algún día todo eso que veo será tomado por la vegetación, por el polvo. Incluso yo mismo voy a ser eso, aunque más mugre y polvo que vegetación. Me detuve ante las ruinas de la vieja garita de los aduaneros, esa profesión remota y romántica. Hubo un pintor del XIX que firmaba "Le Douanier Rousseau", y pintaba escenas fabulosas, de fieras coloreadas en una selva imaginaria, con adanes y evas.
Estos garitos, uno en cada lado de la frontera hoy invisible, están cubiertos por las pinturas al espray de muchos pintores y algún pretendiente a artista. Alguien escribió aquí, entre múltiples pintarrajeos, "Open the borders". Me pregunto como fue la ocurrencia: pintar "open the borders" en una frontera abandonada es como decirle "¡Muérete!" a un difunto. Quizás es por prevención, no vaya a ser que resucite. Los muertos nos intimidan por si resucitan. De ahí tanta película de zombis, y de ahí que en las películas de zombis los zombis se asemejen tanto a la clase obrera revuelta y asqueada de la vida de mierda a la que le somete el señorito de turno. Las pesadillas de la conciencia mala. Quizás alguno se teme que las fronteras renazcan. Hay por ahí personas empecinadas en poner fronteras nuevas, tanto en la tierra como en el alma.
Lo que sucede es que quién escribió "open the borders" siente que las fronteras son feas, incluso cuando ya no lo son o lo son menos. Lo bueno de las fronteras entre países es que llega un tratado y las diluye. Lo malo de las fronteras mentales es que no las puede diluir ni un tratado ni un tratamiento con psicofármacos.
A mi, la vieja frontera abandonada me pareció bonita. Ese tiempo detenido. Una pausa en el tiempo, dice uno. Las cosas inútiles tienden a ser bellas. Entonces... ¿lo necesario es feo? Un buen asunto para pensar durante un rato.
El pueblo anterior a la frontera, por el lado norte, fué un pueblo de cierta prosperidad cuando había frontera en vigor. Hoy languidece, triste y gris. Limpio y aseado, pero triste. Los trenes que venían del norte debían terminar allí su recorrido porqué, en el lado sur, las vías tienen otra medida. Cosas del patriotismo. Los trenes que venían del sur pobre llenos de toneladas de naranjas para el norte rico debían vaciar su carga, y las naranjas debían ser transportadas a otro tren. Quienes hacían ese trabajo, a mano, eran mujeres. Unas 5000 mujeres llegaron a desempeñar el oficio. Les llamaban "las transbordadoras". Hoy, esa palabra se emplea para designar un tipo de nave espacial de apariencia fálica, masculina. Pero antaño era oficio de mujeres pobres.
Una estátua discreta y rechoncha, pintada de verde, recuerda a esas mujeres. Cuando se yerguen esculturas para la clase obrera se suelen hacer así, como esa: bajita, a ras de suelo, representadas en el acto de currar. Sin gestos altivos, sin caballo, sin pedestal, sin escudo, sin banderas. Si la miras al rostro descubres que ni piensa ni medita poesías ni entona cánticos nacionales. Trabaja y punto. La sobriedad del vestido burdo, la mueca seria, la mirada vacía. No vaya a ser que alguien se confunda y se piense lo que no es. Ser pobre es eso, ser pobre para siempre. Incluso en efigie. Al pobre se le representa en abstracto, en general. Su nombre es su oficio, y con una sola escultura se representa a miles. Al poderoso, se le representa individual, con nombre y apellidos, y gesto dominante.
¿Madre e hija? Atención al matiz, que está en la disminución de la sonrisa.
Un poco más tarde me pregunto porqué será que me pierdo en pensamientos tan absurdos, en deliberaciones burras, en especulaciones sobre lo que pudo ser y no fué, o lo que fué y ojalá no hubiera sido. Filosofar es de pobres. ¿Lo hago porqué especular es inútil y por lo tanto bello?
Cuando llego, le cuento a uno mi visita a la frontera. Mientras se lo cuento descubro como muda su semblante, se pone serio, afilado, contrito. ¿Cómo? -me espeta- ¿Te has ido a pasear? ¿No has ido a votar? ¡Tu voto era necesario!.
Me acuerdo cuando entonces, muchos años atrás, brindábamos por la abstención, la libertad, el anarquismo. Pienso en el polvo y la vegetación que nos cubrirá a todos, en el silencio del polvo y la vegetación.
Frontera entre Cerbère y Portbou
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ResponEliminaYo se que lo único que me separa de la muerte son días.
ResponEliminaPor lo tanto soy prescindible, y al acuerdo del detalle, poco importante.
Creo que si fue mi hijo. ¡ Hay que joderse ¡, le pone uno el nombre utópico de Icaro pensando en Cabet y su comuna, y el tio va y se larga a votar.
¿Ves cómo el nombre señala poco a quien lo lleva ?
En fin, está en su derecho, y yo en el mio, no como los paradistas de los mercados donde el Ay untamiento les cerró las puertas de su negocio y no pudieron trabajar, pero han tenido que pagar el jornal a sus empleados, el seguro, los emolumentos de los impuestos del día, los cánones del agua, la luz, la vigilancia y la limpieza y quedarse sin cajón.
Soy un tipo afortunado. A mi nadie me ha impedido nada. Ni el ir, ni el quedarme en casa.
Salut
¡Cabet! Hace algunos años empecé a escribir lo que debía ser una novela sobre la aventura catastrófica de los cabetianos en Louisiana. Lo dejé. Pero a raíz de ese comentario me lo voy a replantear, ya que ofreces un nuevo punto de partida. Ya lo hablaremos...
EliminaHay un autor básic. Se trata de G.D.H.Cole, y su " Historia del pensamiento socialista".
EliminaPoseo los 7 tomos, pero te interesará el primero, o sea, los precursores.
El libro es del Fondo de Cultura Económica y está agotado y fuera de circulación.
Puedo hacer unas fotocopias y enviarte la parte que te interesa...o nos podemos y ver...y almorzar.
Ja parlarem.
Salut
"Hubo un tiempo en que los poetas españoles morían solos y tristes, pobres, exiliados."
ResponEliminaEsto es de tu anterior entrada, y yo me preguntaba si se puede hacer poesía, música o filosofía sin sufrimiento, con una vida facil, sin problemas, con todo resuelto... ¿se puede hacer poesía?
Y sobre los bandos, Goya lo pìnto como nadie en su duelo a garrotazos, dos jóvenes en plenas facultades enterrados de mierda hasta las rodillas, en vez de ayudarse a salir, se dan golpes con porras... Todo un mensaje en un cuadro, que define a la Humanidad.
En el cuadro original estaban pintados los pies.
EliminaA cualquier cosa le llaman filosofar...
ResponEliminakupiti hrvatsku vozačku dozvolu online Y sobre los bandos, Goya lo pìnto como nadie en su duelo a garrotazos, dos jóvenes en plenas facultades enterrados de mierda hasta las rodillas, en vez de ayudarse a salir, se dan golpes con porras... Todo un mensaje en un cuadro, que define a la Humanidad.
ResponEliminaKoop echt Belgisch rijbewijs