13 d’ag. 2020

Cultura catalana (o muy catalanísima incluso)


¿Saben ustedes desde qué Departamento de la administración regional se pagan las subvenciones a la Feria de Abril de Cataluña? ¿Y saben, también, desde qué Departamento se pagan las subvenciones a los trabucaires, castellers y bastoners? Luego se lo cuento, pero antes permítanme contarles una historia muy breve.

Hace un par de días, sentado a la sombrita de un chiringuito en la Cataluña interior, se me sentaron muy cerca una pareja de hombres, posiblemente padre e hijo, aunque podrían ser abuelo y nieto. Vestían los atuendos propios de los cazadores: pantalones caqui, camisa de camuflaje, gorrita paramilitar. ¿Los cazadores son militares de segundo orden, personas que soñaron con matar hombres pero deben conformarse con matar cerdos salvajes por culpa de un destino ladino e indescifrable a su entendimiento?.

Uno de ellos era muy joven, jovencísimo, y se comía un helado de chocolate mientras el mayor le contaba anécdotas y sorbía, despacio pero constante, un tercio de cerveza. Como las anécdotas de un cazador me interesan entre poco y nada porque las temo zafias o lamentables, no les presté atención ninguna. Pero de repente algo alertó mi oído: las anécdotas versaban, ahora, sobre otra afición de los dos hombres. Ambos pertenecían a un grupo de "trabucaires", esa gente que se pasean por las fiestas mayores disfrazados de carlistas con barretina, disparando unos trabucos que solo lanzan salvas de pólvora, sin plomo. Aunque desearían el plomo, sin duda, y en el plomo deben soñar en esas noches de verano que preceden a los otoños calientes e insomnes del nacionalismo delirante.

El hombre mayor ilustraba al joven: el alcalde la ciudad de X no nos quiso dar dinero a los trabucaires, así que recurrimos al del pueblo de Y, que nos dio un dinerito y nos cedió un local para los ensayos (los ensayos de los trabucaires, ¿cómo deben ser?). Ahora, cuando el alcalde de X nos pide que vayamos a su fiesta mayor le decimos que nos espere sentados, prosigue el trabucaire provecto. Que es foti!. El joven sigue relamiendo su cucurucho de chocolate con nata y le sonríe al viejo, se reajusta la gorrita de soldadito, le da otro lametazo al helado. Cualquiera diría que le importan un bledo los alcaldes, los trabucos y la patria entera: en el chiringuito acaba de entrar una adolescente con unos shorts tejanos y los hombros al aire. Esos hombros y esas piernas largas, toda ella pálida tras el confinamiento, son la única patria plausible del chaval en ese instante. Nada le interesa más que eso a su mirada torpe, estrábica y desvaída.

En el chiringuito tienen puesta una emisora de radio que transmite flamenco mainstream, yo diría que se trata de la Niña Pastori cantando algo escrito por Alejandro Sanz hace un montón de años. Suena bien y el volumen es el adecuado, permite pensar levemente sobre el paso del tiempo, que es lo más propio para un agosto y en plena ola de calor. De repente se me juntan los dos fenómenos en la mente: los trabucaires de la comarca del Berguedà y el flamenco, vaya coincidencia. Cuando pienso en el flamenco suelo pensar en el de aquí, el flamenco de Duquende, de Mayte Martín, de Poveda.

La flamenca es, sin duda ninguna, la única música que está viva de veras en Cataluña. El pop catalán es un zombi electrocutado, los cantautores están liquidados, la sardana muerta y a las grallas no hay oído humano que las aguante: incluso los estorninos se largan cuando escuchan la gralla. Si hay una música viva en Cataluña, es la música flamenca. Y entonces recuerdo las Ferias de Abril de Santa Coloma, de Can Zam y de la explanada polvorienta, fea y radioactiva del Fórum de las Culturas, en San Adrián del Besòs.

La Feria de Abril, en Cataluña, se subvenciona mediante una partida del oscurísimo Departament de Benestar Social desde los tiempos del oscurantista Conseller de Benestar Social el señor Antoni Comas, íntimo de Pujol Soley. La Associació de Trabucaires se subvenciona mediante una partida del Departament de Cultura. ¿Lo quieren más claro?. No, no es un error: es diáfano, flagrante y claro. Eso es la cultura catalana, con sus subvenciones y sus consejeros oscuros, sus consejeros melifluos y sus consejeras presuntas delincuentes en espera de juicio: jamás nos mintieron, siempre lo dijeron muy clarito. La cosas de los charnegos son para Benestar Social, los trabucaires, castellers y puntaires para Cultura. A ver si un día nos sale un enxaneta con sombrero cordobés y le sacamos una foto, o un documental para Tv3 que se titulará "Integración cultural". O algo así.

10 comentaris:

  1. El exhonorable, (ahora todos los llamados con anterioridad ex-celencias, serán ex, como ex-honorable, ex-reyna, ex-emérito), cuando quería juntar personal iba al de Tele Taxi, el Molinero y le daba una subvención en forma de frecuencia. Así se junto con un montón de frecuencias de radio y una poderosa de televisión en Santa Coloma.
    Allí, el personaje, el Molinero, que jamás se sintió catalán, sacaba tajada al igual que los vascos y las vascas con el gobierno central.
    Le llegó a juntar al ex un millón de personas en Can Zam, que fueron a menos cuando ya ponía suplentes (Pujals) al que ya le pitaban cuando la Ley del catalán en el 98.
    Fue a partir de ahí que Molinero perdió fuelle y se dio cuenta de que ya no podía jugar a dos barajas. O estaba con la clientela de tele taxi o con los acordes de CiU. Eso si, ssssiempre al laiiito mismo de la gassssolinera de los hermanos Montoya...

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    1. Por lo que veo, Molinero sigue arrimándose al sol que más calienta. Hizo un libro con Junqueras y lo acaba de entrevistar en Tele Taxi. Por lo que sea, debe considerar que le irá mejor con los de Erc.

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  2. Personalmente me dan grima todas las manifestaciones tradicional-folklóricas, sean de donde sean, catalanas, andaluzas, gallegas, vascas...

    Eso sí, el flamenco que no me lo toquen. Pero es que el flamenco es otra historia que, de hecho, no tiene mucho que ver con las músicas que le gustan al Molinero. Que, por cierto, es verdad que nunca se ha sentido catalán (cosa que no me parece mal) pero bien que comía de la mano de Pujol (cosa que no me parece bien).

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    1. Me paso lo mismo: el folklore no me llega al alma (ni a la piel), sea de donde sea. Me da grima el folklore chino, el bosnio o el asturiano, siempre huelo ese tufillo nacionalista, conservador y tradicionalista que tan mal me sienta. Otra cosa son las músicas mestizas que recogen algo del folklore, pero lo despojan de la ranciedad de los tradicionalistas.

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  3. "Bienestar Social" hay que joderse... (con perdón).

    Saliendo de este tema, he leído varios de los artículos que has publicado en el Triangle, me imagino que no habrás despertado muchas simpatías en determinados "colectivos", lo mismo que estoy seguro (aunque lo desconozco) que muchos que pueden pensar como tú no saldrán en defensa tuya, quizás por miedo o por precaución, pero no te defenderán públicamente. Es triste sentir esto, que no se, pero supongo, la eliminación de facto de la libertad de expresión, condenada por un ambiente infumable, sobornado, corrupto y acusador.
    Cosas así las he visto en el País Vasco, esos silencios unas veces cómplices, otras veces cobardes y aquellos condenatorios. Como digo, no se si sera asi, pero lo intuyo, solo quiero expresar mi admiración hacia tu conducta, siempre me gustaron las personas que van por libre, dicen lo que piensan y asumen sus actos y eso solo se ve en circunstancias como estas, donde cada uno da lo mejor de si.
    ESo no significa que yo comparta todo contigo, porque seguramente no es así, pero si admiro tu comportamiento que supongo sera minoritario.
    Esto de reconocer lo que intuyo es tu conducta, no es "dar jabón", costumbre a la que no soy adicto, pero si me gusta reconocer a quienes no se dejan llevar por las "corrientes" "porque si".
    Nada más, pero nada menos.
    Un saludo

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    1. Sobre la respuesta que recibo a los artículos que publico, sean los del Triangle o los del blog creo que hay para escribir un artículo, valga la redundancia. Es evidente que no hago amigos entre mis queridos compatriotas más patriotas, y quienes están de acuerdo lo dicen bajito o en privado. O en privado y en bajito. Luego estáis los incombustibles, librepensadores (palabro en desuso) o, como dice Miguel, los charnegos internacionales. Una vez una señora (en bajito) me soltó: "eres muy valiente", aunque yo jamás he sido valiente en nada. Solo pienso que el delito es callarse cuando uno ve injusticias, delitos o errores muy graves que no puden afectar a todos.

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  4. Sinceramente, creo que en Andalucía un programa como el del Tele taxi, de folclore barato, cargado de tópicos y estereotipos, no tendría éxito. Pero en Cataluña, hecho para manipulación política del amiguisimo de Pujol y de sus gobiernos y ahora haciendo libros con Oriol Junqueras, el Molinero, se le ve el plumero.

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    1. Molinero sigue dando espacio a Junqueras, por lo que veo, ahora más próximo a los de Erc que a los herederos de Pujol. Me parece curiosos, habría que ver a que viene esa deriva. Supongo que algo tendrá que ver el invento de "Súmate" o el fichaje de Rufián, pero es posible que la motivación sea más resultado de cálculos tácticos.

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  5. Me contaba una amiga que con su marido e hijos se han largado de aquí -como querría hacer yo pero no puedo- que cuando era niña (tiene unos cincuenta años), su padre, inmigrante andaluz en Cataluña y defensor de la cultura catalana, estaba en una asociación cultural catalana donde mi amiga participaba. Su padre tenía acento andaluz y en una ocasión pidió con vehemencia que la orquesta tocara El meu avi, pieza que adoraba. Mi amiga vio el gesto de desprecio con que lo miraron, fue inequívoco, él no se dio cuenta pero ella sí. Mi amiga habla un catalán precioso, pero desde entonces se dio cuenta de cuál era su lugar y el de su padre. Ahora vive en Zaragoza y yo la envidio.

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    1. No me saco de la cabeza la idea de largarme, pero no lo tengo fácil tampoc. Quienes dependemos de un salario no nos podemos desplazar a nuestro antojo por nuestro propio país, algo que me resulta muy penoso y muy injusto.

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